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A mediados del siglo XIX, numerosos rusos, liberales y anarquistas, se exiliaron y se esparcieron por Europa en pequeños grupos, reuniéndose a veces para discutir sus teorías políticas y publicar llamadas a la revolución que debía poner fin a la autocracia zarista. Artistas de la conspiración, vivieron intensamente sus dramáticas existencias, bajo la amenaza del servicio secreto ruso. Algunos, como Aleksandr Herzen, han sido posteriormente admitidos en el panteón marxista; otros, como Bakunin, fueron agitadores valiosos en la primera etapa de la revolución, pero muy probables candidatos a una ejecución sumaria en la segunda. En la mayoría de ellos, el fervor revolucionario iba unido a un incorregible romanticismo. E. H. Carr, uno de los mayores especialistas en la historia de Rusia, escribió un libro inhabitual ?una acertada combinación de historia y anécdota? en el que se desenmarañan algunas de las turbulentas historias de aquellos exiliados románticos. Esta nueva edición incluye una presentación a cargo de Pere Gimferrer. «Una obra maestra de la biografía, llena de vida, apasionante y profunda» (Francis Steegmuller).«Un libro más que clásico entre la biografía y la historia, o si se quiere de un modo muy ameno y a la par extremadamente docto de narrar la Historia? Con la ya aludida amenidad y calidad literaria que en nada amengua su muy notable erudición, este libro trata de unos singulares personajes, hoy casi olvidados, pero que no sólo están detrás de las más importantes ideas revolucionarias del siglo XIX, sino del más característico modo de vivir romántico? Casi novela sentimental trufada de política y excéntricos personajes amantes de la libertad, Los exiliados románticos es un libro cautivador y extrañamente moderno. Véanlo» (Luis Antonio de Villena, El Mundo). «En principio parece un trabajo biográfico. Sin embargo el libro se lee como una apasionante novela y hay algo intangible que nos empuja a considerarlo como un producto antes literario que científico? El resultado es magnífico. Con un tono impasible y suave, muy suavemente irónico, Carr nos cuenta quiénes fueron Aleksandr Herzen y sus amigos revolucinarios: una generación de aristócratas, poetas y aventureros que lucharon por cambiar el viejo orden con una mezcla de furor y atolondramiento? Karl Marx, Ogarev y Bakunin son algunos de los pensadores revolucionarios con los que el lector se encontrará» (Pablo Martínez, El Correo Español). «¿Hay que llenar la vida de grandes cosas, tupirla hasta que no quede aliento, para poder soportarla? Esto es lo que, a fin de cuenta, intenta dirimir E. H. Carr en su clásico libro sobre el romanticismo político que ahora reedita Anagrama: Los exiliados románticos. En el prólogo, Pere Gimferrer advierte que se consumieron ?en dos pasiones: el amor y la revolución?. Y agrega: ?En ambas fracasaron?» (Alejandro Gándara, El Escorpión). «El libro de E. H. Carr sobre los exiliados rusos se lee como una fascinante novela?Si la historia, cuando deja a un lado gráficos y estadísticas, puede considerarse una de las ramas de la narración literaria, este volumen, sin perder rigor ?científico?, puede considerarse una obra maestra del género. A ello contribuye una escritura precisa, elegante, siempre cargada de leve ironía, que trata de entrar en el espíritu de los personajes partiendo siempre de una abundante documentación? Cuando en 1965 Truman Capote pone en marcha la novela de no ficción con A sangre fría, quizá desconociera este precedente que, sin aparentes intenciones literarias más allá de las buenas maneras, supone un hito en este sentido» (Luis Marigómez, El Norte de Castilla). «Aparecen toda una serie de revolucionarios como Bakunin y Ogarev, artistas de la conspiración y de la intriga? El fervor revolucionario iba unido a un incorregible romanticismo, que los hacía a ellos hijos de Rousseau, y a ellas hijas de George Sand. Además, como señala Pere Gimferrer, de la mano de Carr se convierten en auténticos personajes literarios» (L'Avenç). «Carr aborda uno de los momentos históricos más jugosos desde el punto de vista ideológico e intelectual de la historia del mundo contemporáneo? Herzen, Bakunin, Ogarev, Raskolnikov, etc., desfilan por las páginas de un texto en el que empiezan a sonar los tambores de la oposición activa» (El Ideal Gallego).