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Marta Flich, «la musa de la izquierda», repasa desde la ironía y el humor las claves para entender, de una vez por todas, cómo funciona la economía. Si te inquietan el gasto social y la corrupción, si te preguntas a menudo por qué sigues siendo pobre aunque trabajes ocho horas al día, o si tienes ganas de saber más de economía pero esta te parece oscura e inaccesible, este es tu libro. Marta Flich nos acerca la realidad económica para hacernos entender, por fin, los conceptos básicos que la rigen con su característico estilo irónico y mordaz. Con esta guía cualquiera podrá entender los principios elementales de la economía mundial con ejemplos del día a día que resultan cómicos y cotidianos. Es un manual que está pensado para perderle el miedo a esa información que, a veces, nos supera, y para ayudarnos a comprender a dónde van nuestros impuestos y qué papel jugamos en la sociedad, más allá de los cantos de sirena de los políticos. Y, sobre todo, Marta denuncia que hablar de economía en España es hablar hoy más que nunca de la expansión de la «necroeconomía», esa maquinaria perversa diseñada para que siempre pierda el más débil. Todo ello acompañado de las ilustraciones de Darío Adanti, renovador del cómic español y referente del humor satírico. ¿Qué es la necroeconomía? Para mí, es toda aquella utilización mercantilista y transversal que afecta a un grupo vulnerable por falta de igualdad de oportunidades. La necroeconomía no hubiera crecido tan salvajemente sin la existencia de la comunicación, principalmente a través de las redes sociales. ¿Sigues sin entenderlo? Bien, hagamos un ejercicio pedagógico acelerado. Para mí, no digo que necesariamente tenga que ser lo mismo para el resto de mis colegas, la necroeconomía es una de esas formas que adopta la economía y que, en la actualidad, está avanzando geométricamente, haciéndose un hueco en nuestros podridos corazones. La necroeconomía es todo aquello que se rentabiliza a partir del dolor, la muerte, la injusticia, la desgracia o todo a la vez. ¿Vendes camisetas con un lema feminista para sacar pasta cuando en realidad te es indiferente la igualdad? Necroeconomía. ¿Exprimes a personas con un trauma reciente rentabilizando su causa hasta agotar el interés (y la recaudación)? Necroeconomía. ¿Tergiversas la verdad para ganar dinero? Necroeconomía. ¿Montas actos donde la gente aporta pasta para luchar contra el terrorismo o el cáncer, pero nadie recibe esa ayuda salvo tu bolsillo? Necroeconomía. ¿Vas a una fundación y te dejan las joyas para que poses en un photocall? Necroeconomía. ¿Participas en actos solidarios pero tú vas a que te inviten a cenar y hacer contactos con el marqués de Bliblibli? Eres mala gente. Pero, en cualquier caso, enhorabuena, formas parte del circo.