
En un planeta donde el tiempo no fluye con uniformidad, donde los relojes se trafican, los cuerpos se calibran y las palabras pueden infectar la realidad, Cronotopía nos lanza a una distopía que no busca redención, sino permanencia.
La historia sigue a un técnico avanzado sin nombre, un hombre común arrastrado por las grietas temporales de un mundo que se descompone no por guerras, sino por acuerdos. Su trabajo lo lleva a ajustar relojes biológicos, controlar zonas cronales y reparar errores que nunca debieron existir. Pero al hacerlo, va perdiendo versiones de sí mismo. Literalmente.
A través de una red de tramas que cruzan traiciones íntimas, lenguas imposibles, mafias temporales, criaturas anfibias y satélites volcánicos donde el lenguaje se graba en piedra, la novela construye un mundo donde los viajes en el tiempo no son milagros ni ciencia, sino herramientas de poder, chantaje y supervivencia.
La esposa del protagonista ama a otros con su consentimiento, mientras es chantajeada por un rival. Unos niños envejecen hacia atrás. Una silla responde solo a quienes han perdido la fe. Existen burbujas que repiten los mismos lapsos de tiempo eternamente. Y en medio de todo, las palabras cobran vida. Literalmente: hablar puede matar.
Cronotopía es una novela de ciencia ficción distópica con tono crudo, épico y humor negro. Se construye como una estructura no lineal de capítulos, con una red de tramas interconectadas en tres lenguas: español, Zhadrán y Golvur, cada una con su sistema de escritura propio. A medida que la historia avanza, los ciclos narrativos se acortan, las zonas temporales se corrompen, y el protagonista debe decidir si su último acto será escapar o quedarse.
Un viaje al corazón de una distorsión que nadie quiere reparar del todo.
Nous publions uniquement les avis qui respectent les conditions requises. Consultez nos conditions pour les avis.