La obra de Henningsen no constituye una historia de la Primera Guerra Carlista y en ello precisamente radica su inmenso valor. Es la crónica de un capitán de lanceros sobre su participación en la campaña militar carlista. El relato de Henningsen abarca desde el otoño de 1833 cuando tras la muerte de Fernando VII de Castilla y II de Navarra, Zumalakarregi huye de Pamplona por la puerta del Carmen y se une a la causa carlista hasta su muerte en Zegama dos años más tarde, el 24 de junio de 1835 a las diez y media de la mañana tal como relató el autor. Es por tanto el relato de primera mano, eminentemente militar, de los acontecimientos que tuvieron lugar durante la primera fase de la guerra, entre 1833 y 1835. Tras la muerte de Zumalakarregi Henningsen abandonó Euskadi.Henningsen entendió la guerra como una campaña de "desnacionalización" similar a la ocurrida en la Vendée entre 1793 y 1796. Hoy lo denominamos genocidio. En sus propias palabras, "las provincias del Norte sólo pueden ser sometidas por el exterminio de la población masculina, el trasplante de las familias, el incendio de las cosechas y la destrucción de toda habitación humana, como intentó la Convención francesa en La Vendée. Mas el hacer todo esto en un país como el actual teatro de la guerra, que burló al genio de Napoleón con todas sus legiones, y donde todo acto arbitrario, en lugar de sembrar el terror, arma nuevas masas de población, requería, yo creo, un ejército más grande que el que jamás se ha reunido bajo hombre alguno desde los días de Jerjes".Este primer volumen de la Colección Zumalakarregi constituye la primera edición bilingüe del original e incluye por primera vez los bosquejos que Henningsen realizó durante la campaña, cuyos originales se conservan en el archivo del Museo Zumalakarregi de Ormaiztegi.

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