En los años sesenta, Wicho, estudiante salvadoreño, llega a París expulsado de la España franquista tras una experiencia de inmigrante en los Estados Unidos. Desilusionado de sus múltiples militancias, el joven revolucionario abandona la bandera maoísta y se dedica a la literatura y al descubrimiento de la sensualidad. Un puesto de docente en la Universidad le permite revelar su lado oculto de seductor empedernido. La cátedra le sirve de pretexto para sus aventuras amorosas.
Ya sesentón, cuando se prepara para su jubilación y está a punto de separarse de su cuarta pareja, se encuentra con Karine en su clase de español. La estudiante primeriza cae en sus redes y en poco tiempo se casan. Una semana después, Karine descubre la cruda realidad : su marido está brutalmente atrapado por su pasado.
Una vez más, con esta novela, la autora hace gala de un humor desbordante. Escrita con estilo simple pero profundo, nos plantea la problemática existencial de una época en donde la pérdida de los ideales revolucionarios frente a la crisis de las ideologías redentoras y a la decrepitud de la vida, hacen del sexo un valor de refugio.