En el contexto organizacional, las dinámicas de poder y los procesos de ascenso juegan un papel vital en la configuración de las culturas empresariales. Sin embargo, los empleados no ascienden únicamente por su desempeño o habilidades, sino por su capacidad para manipular o influir en las estructuras de poder a través de comportamientos poco éticos, conocidos coloquialmente como "lagartería". Este término hace referencia a aquellos individuos que, en lugar de ser promovidos por sus méritos, logran escalar en la jerarquía organizacional mediante adulación excesiva, servilismo, manipulación y otras tácticas de corte estratégico para ganar el favor de superiores y compañeros.

La "lagartería" en las organizaciones refleja un fenómeno donde el mérito y el trabajo duro son reemplazados por la habilidad de jugar con las relaciones interpersonales, a veces en detrimento de una gestión basada en competencias. Esta situación genera un entorno en el que los empleados más hábiles para manipular la percepción que los demás tienen de ellos, a través de una imagen falsa de devoción y lealtad, son los que terminan siendo recompensados.

Este tipo de ascensos, lejos de estar basados en la capacidad profesional, crean una cultura organizacional tóxica que tiene efectos negativos tanto a corto como a largo plazo. La falta de ética y transparencia en los procesos de promoción lleva a la desmotivación de los equipos de trabajo, a la creación de conflictos internos y, eventualmente, a una disminución en la productividad y el rendimiento global de la empresa. Además, el favoritismo y las manipulaciones en el lugar de trabajo dificultan la identificación y el desarrollo de talentos auténticos, y favorecen a aquellos que han perfeccionado la habilidad de agradar y complacer a sus superiores.

Este fenómeno no solo se limita a la adulación, sino que también se manifiesta en tácticas como el chisme, la creación de alianzas estratégicas, el control de la información y la manipulación emocional. Los empleados ascendidos gracias a la "lagartería" presentan características de "camaleones" que se adaptan a los intereses de quienes ostentan el poder, pero carecen de las competencias necesarias para liderar de manera efectiva. Como resultado, los equipos son dirigidos por personas que no están suficientemente preparadas para el reto, lo que lleva a una toma de decisiones equivocada y a un ambiente laboral poco saludable.

Aquí se explorarán las diferentes formas en que la "lagartería" influye en los procesos de ascenso, cómo impacta la cultura organizacional, las implicaciones para los empleados no favorecidos por este tipo de dinámica y las estrategias para prevenir o mitigar estos comportamientos en las empresas. Es fundamental entender este fenómeno para construir organizaciones más justas, basadas en la transparencia, el mérito y el desarrollo auténtico del talento.

En el libro se presenta una encuesta una serie de tipologías y reflexiones finales.

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